El testamento del uno para el otro es una forma específica de planificar la herencia que facilita la transferencia de bienes entre cónyuges. Este tipo de testamento es recomendable porque ofrece garantías frente a los herederos. Además, evita posibles conflictos familiares y legales.
¿Qué es el testamento entre cónyuges?
El testamento entre cónyuges, también conocido como testamento de uno para el otro, es un documento legal en el que cada cónyuge nombra al otro como principal beneficiario de sus bienes.
Estos tipos de testamento entre matrimonio puede variar dependiendo del país y de las leyes locales, pero en general, busca proteger al cónyuge sobreviviente y facilitar la transmisión de la herencia.
Tipos de testamento entre matrimonio
Existen varios tipos de testamento entre matrimonio que los cónyuges pueden considerar:
- Testamento conjunto: ambos cónyuges redactan un único documento.
- Testamento cruzado: cada cónyuge otorga al otro la totalidad de sus bienes en caso de fallecimiento.
- Usufructo universal: uno de los cónyuges recibe el usufructo vitalicio de todos los bienes.
¿Cómo se reparten los bienes si muere el cónyuge?
El testamento conjunto entre conyuges permite a los cónyuges decidir qué pasará con sus bienes tras el fallecimiento de uno de ellos. Al otorgarlo de manera simultánea ante notario, se garantiza que la voluntad de ambos sea respetada y se eviten futuros conflictos. Este tipo de testamento es especialmente útil para parejas con régimen de gananciales que desean proteger al cónyuge sobreviviente y asegurar el futuro de sus hijos.
Es importante destacar que, aunque el testamento otorgue libertad para disponer de los bienes, siempre hay que respetar la legítima de los herederos forzosos (hijos, ascendientes).
Para garantizar que el testamento sea válido y se ajuste a la ley, se recomienda contar con el asesoramiento de un abogado.
Herencia con testamento
La herencia con testamento facilita el proceso de distribución de los bienes, ya que el fallecido ha dejado claro quién debe recibir cada parte de su patrimonio. En el caso de un testamento entre cónyuges con hijos, es común que el sobreviviente reciba una parte significativa de los bienes, mientras que el resto se reparte entre los hijos.
Herencia sin testamento
La herencia sin testamento puede ser más compleja y conflictiva. En caso de tener hijos, tendrá derecho al usufructo sobre el tercio de mejora. Es decir, puede usar los bienes correspondientes y disfrutar sus beneficios.
La sucesión sin testamento entre cónyuges y sin hijos, será diferente. Si concurre con ascendientes, tendrá derecho a usufructo de la mitad de la herencia. También cabe la posibilidad de que los herederos satisfagan la parte de usufructo asignado al viudo o viuda.
Reparto matrimonial: cuál elegir
Cuando el matrimonio tiene régimen de separación de bienes, los que mejorarán la herencia serán los de la persona difunta, mientras que el superviviente, conserva los suyos.
En caso de tratarse de una sociedad de gananciales la mitad de los bienes que se liquidan y pasan al caudal hereditario son los del difunto; la otra mitad serán de la persona viva.
Y bien, ¿Cuál es el más adecuado? Por un lado, el régimen de separación de bienes ofrece menos problemas a la hora de hacer liquidaciones. En cuanto a los bienes que se adquieran en común, a cada uno le corresponderá el porcentaje correspondiente a su aportación.
Beneficios de hacer un testamento conyugal
El testamento de uno para otro ofrece múltiples ventajas legales. Además de garantizar una parte de la herencia, el viudo o viuda tiene derecho a un usufructo vitalicio sobre la vivienda familiar. Esto significa que puede seguir viviendo en ella sin tener que venderla. De otro modo, se evita disputas entre herederos, lo que supone un gran alivio para la familia.
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